Comunicación

Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer Rural

afammer
Hoy, 15 de Octubre, se conmemora el Día Internacional de la Mujer Rural. El Ayuntamiento de Almendralejo, a través de la Concejalía de Igualdad, se adhiere al manifiesto expuesto por la Confederación de Federaciones y Asociaciones de Familias y Mujeres del Medio Rural, AFAMMER, que este año 2020 se enmarca bajo el título "El reto de construir un mundo rural más justo".

El 15 de octubre conmemoramos y celebramos el Día Internacional de la Mujer Rural, una fecha importantísima que nos ofrece la oportunidad de visibilizar y reconocer en mayor medida el papel fundamental que desempeñamos como mujeres en los pueblos, y nuestra contribución decisiva en el desarrollo sostenible; en la seguridad alimentaria y en la erradicación del hambre en el mundo. Reclamaciones que son de justicia social y que en AFAMMER demandamos los 365 días del año desde hace más de 38 años.

En estas casi cuatro décadas de existencia nos hemos enfrentado a grandes y numerosos desafíos, pero posiblemente la crisis originada a consecuencia del coronavirus sea el mayor reto al que nos hemos enfrentado hasta el momento.

La pandemia del COVID-19 ha aislado todavía más a nuestros pueblos y ha sacado a relucir las enormes diferencias de género y las brechas existentes entre los habitantes el medio rural y el urbano.

Pero por otro lado, el coronavirus ha hecho que toda la sociedad mire hacia el medio rural como el lugar que hace posible que podamos contar con alimentos sanos y seguros en nuestra mesa. Por lo tanto, conviene recordar que en los momentos más duros del confinamiento, se ha paralizado gran parte de la actividad económica pero el sector de la agricultura, la ganadería y la pesca no ha parado ni un solo momento.

Por tanto, podemos afirmar con rotundidad que hemos tenido que sufrir la pandemia del coronavirus para que la sociedad sea realmente consciente del importante papel que juegan nuestros pueblos pero sobre todo, de la actividad agrícola, ganadera y pesquera que en ellos se produce. No olvidemos que es en el medio rural donde se encuentran la totalidad de los recursos naturales y una parte significativa de nuestro patrimonio histórico y cultural, con un impacto muy elevado en la seguridad alimentaria y en la preservación del medio ambiente. Y que cuando hablamos de medio rural, hacemos referencia al 85% del total del territorio español, donde vive el 20% de la población.

En resumidas cuentas, esta pandemia nos ha causado un gran daño pero también ha puesto ante nosotros un gran reto: el de garantizar la supervivencia de nuestros pueblos y reconstruir un entorno rural más justo cuando consigamos vencer a este virus.

Un objetivo que solo será posible cuando las mujeres rurales dejen de ser invisibles y ocupen el lugar que por justicia les corresponde en la toma de decisiones y en la vida económica y social de nuestros pueblos.

Pues a día de hoy, tenemos que lamentar que a pesar de que se empieza a tomar conciencia de la gran importancia que las mujeres rurales tienen para el desarrollo y la supervivencia de nuestros pueblos, todavía queda un largo camino para alcanzar la igualdad real entre mujeres y hombres en general, y del medio rural en particular.

Por ello, cuando celebramos el 25 Aniversario de la IV Conferencia de la Mujer de Beijing, donde AFAMMER consiguió que se declarase el 15 de octubre como el día internacional de la Mujer Rural junto a otras organizaciones allí presentes, debemos hacer un llamamiento para seguir avanzando en mejorar la situación de las mujeres del medio rural en todo el mundo.

En el Día Internacional del Día Internacional de la Mujer Rural reivindicamos:

MÁS CONCILIACIÓN Y CORRESPONSABILIDAD PARA PODER EMPRENDER. Las mujeres están sufriendo en mayor medida las consecuencias del coronavirus. Han estado en primera línea trabajando en un conjunto de profesiones imprescindibles, y altamente feminizadas, muchos de ellos englobados dentro del sector sanitario y de los cuidados a los que tenemos que sumar a las limpiadoras, dependientas o cajeras de tienda y alimentación. En muchas ocasiones, lo han hecho doblando turnos o realizando más horas extra de lo habitual.
Por otro lado, siguen siendo ellas las que se encargan en mayor medida de las tareas domésticas, del cuidado de los hijos y de las personas dependientes, una situación que se ha visto aumentada por el cierre de colegios e institutos. Las especiales características del entorno rural y el aislamiento ha sido un agravante para las mujeres que viven en zonas rurales.

MAYOR PODER DE DECISIÓN Y DE LIDERAZGO DE LA MUJER EN LOS PUEBLOS. Reafirmamos la necesidad de desarrollar medidas que impulsen el liderazgo de las mujeres rurales en todos los ámbitos: social, cultural, económico y político para que tengan un mayor poder de decisión en sus hogares, en las empresas y en la política. Las mujeres rurales estamos demostrando que sabemos liderar nuestras propias iniciativas empresariales. Somos nosotras las que creamos el 54% del empleo autónomo en el medio rural, frente al 70% de los hombres.

MÁS PROGRAMAS DE FORMACIÓN PARA LA MUJER RURAL. Para favorecer la inserción laboral y el emprendimiento de proyectos viables y sostenibles liderados por mujeres rurales, pues de esta forma, se asegura el futuro y el desarrollo de los municipios y comarcas, repercutiendo al mismo tiempo a la vertebración social y territorial del país.

GARANTIZAR EL ACCESO A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN TODOS LOS PUEBLOS DE ESPAÑA. Las tecnologías de la información y la comunicación juegan un papel fundamental a la hora de situar en el mapa a las emprendedoras rurales para que puedan ponerse en contacto con empresas y agentes ubicados en cualquier país del mundo, sin tener que abandonar su municipio. Por otro lado, asegurar que todos los pueblos cuenten con internet y sistemas de comunicación de calidad ayudaría a paliar en gran medida el grave problema de la despoblación en los municipios rurales, pues el coronavirus ha hecho que gran parte de la población tenga que teletrabajar desde casa. De este modo, muchas mujeres jóvenes no tendrían que marcharse del pueblo que las ha visto nacer y atraeríamos a muchas familias que tras el confinamiento se han visto atraídas por un entorno sin aglomeraciones y lleno de naturaleza.

SERVICIOS DE CALIDAD PARA NUESTROS PUEBLOS. La despoblación y el envejecimiento de los municipios rurales duplican el coste de servicios públicos básicos como la educación y la sanidad. El 35% de los hogares rurales en España en pueblos de menos de 10.000 habitantes solo tiene acceso a un servicio público. En lo relativo a la falta de servicios destacan la falta de servicios sanitarios y educativos en algunos núcleos rurales provocando que no sea posible asegurar la calidad de vida ni la salud de las mujeres rurales y de sus familias porque no cuentan con servicios y equipamientos básicos.

IMPULSAR EL RELEVO GENERACIONAL FEMENINO EN EL CAMPO. Es necesario dar un mayor impulso a la Ley 35/2011 sobre Titularidad Compartida en las Explotaciones Agrarias, que nació para visibilizar el trabajo de las mujeres en el sector agrario y sobre todo para dar respuesta a la falta de profesionalización agraria llevada a cabo por las mujeres rurales durante generaciones. Esta Ley buscó ser una ley útil en el camino de la igualdad de hombres y mujeres en el ámbito rural con potencial tanto para el empoderamiento y la profesionalización de las mujeres como para la dinamización económica del medio rural, cada vez más envejecido y masculinizado. Sin embargo, desde su puesta en marcha, solo se han acogido a la misma 721 mujeres en toda España.

ACABAR CON LA SOLEDAD Y EL AISLAMIENTO DE LAS PERSONAS MAYORES: En AFAMMER llevamos años alertando que la sociedad rural está cada vez más envejecida y que nuestros pueblos se están quedando sin jóvenes. La ausencia generalizada de jóvenes en las zonas rurales aumenta el problema de la soledad en los mayores, una soledad que en la mayoría de los casos tiene nombre de mujer. De los dos millones de mayores que viven solos, el 71,9% son mujeres (1.465.600). Esta situación se agudiza a medida que aumenta la edad, pues en las mujeres que superan los 85 años en España vemos que casi la mitad vive sola (el 42,7%) frente al 23,6% de los hombres de su misma edad.

PONER FIN AL SILENCIO EN TORNO A LA VIOLENCIA EN LOS MUNICIPIOS MÁS PEQUEÑOS: Las mujeres que viven en círculos pequeños, donde todo el mundo se conoce y donde importa mucho “el qué dirán” tardan más en romper su silencio. Además, muchos de estos municipios no cuentan ni con Juzgado, puesto de Guardia Civil, Policía Local, Centros de salud o centro específicos de atención a la mujer. Según los datos de la última Macroencuesta de Violencia Contra la Mujer, el porcentaje de mujeres que verbalizan el maltrato que reciben por parte de sus parejas o exparejas disminuye en función del tamaño del municipio en el que viven: el 83,3% en las mujeres que viven en municipios de más de 100.000 habitantes; un 78,5% en municipios de entre 10.000 y 2.001 habitantes, mientras que en los municipios de menos de 2.000 solo han denunciado el 66,9% de las víctimas.